La gravedad es una fuerza que actúa sobre cualquier cuerpo físico cerca de la superficie de un objeto astronómico (planeta, estrella) y que consiste en la fuerza de atracción gravitatoria de este objeto y la fuerza centrífuga de inercia causada por su rotación diaria.
Un líquido en reposo o en movimiento está influenciado por la gravedad, la presión atmosférica y las fuerzas aplicadas. El fluido en movimiento también se ve afectado por las fuerzas de inercia y fricción, y las temperaturas (factores dinámicos).
La circulación natural del intercambiador de calor en las casas privadas funciona de acuerdo con este principio.
El agua ordinaria suele actuar como fluido portador de calor, que se desplaza a lo largo de los circuitos de la caldera a los radiadores y viceversa debido al cambio en sus características termodinámicas. Cuando se calienta, la densidad del líquido disminuye, y el volumen aumenta; es exprimido por el flujo frío procedente de la tubería de retorno y se eleva a través de las tuberías. A medida que el fluido portador de calor se distribuye por gravedad a lo largo de las ramas horizontales, la temperatura disminuye y el fluido portador de calor regresa a la caldera.